Un lugar bastante acogedor trata ´´Dédalo´´, en Barranco. Esta sería una galería de arte y tienda al mismo tiempo que café-restaurant. Su virtud yace en ser un lugar bastante tranquilo y acogedor, se venden artículos varios, tales como decoración, piezas de arte o accesorios. El lugar imita una especie de moderno desván, un almacén donde caen viejas y nuevas cosas sin importar su contexto de origen. También cuenta con un patio y jardín (el cual durante determinadas fechas hace las veces de escenario y pista de baile), donde encontramos cómodos asientos de madera que compondrán un escenario acogedor para los asiduos a largas conversaciones de mesa. Aquí encontramos un par de mozos o cameras dispuestos a recibir pedidos de los comensales. Una curiosidad, de vez en cuando se realizan bufetes de Sushi en el lugar, siendo este uno de sus eventos más promocionados.  

Lo que me atrae de Dédalo es que ya no encontramos buenos cafés o tiendas lejanos del ámbito corporativista de hoy en día. Si bien la función de todo establecimiento o empresa trata en lucrar,  Dédalo no enfatiza tanto su lado comercial, si no cultural; es más, el establecimiento podría adquirir mayor popularidad e ingresos si aplicaran ciertas técnicas de mercadotecnia y organizaran mejor el espacio. Es así un lugar íntimo y apaciguó, semejante en muchos aspectos a los cafés íntimos de antaño.

Paseo Saenz Peña 295, Lima, Perú

Por: Andres C.